Yo soy muy pública con respecto a mis pensamientos y mi posición política. Desde mi punto de vista, no tomar posición frente a una situación de discurso de odio es pasarte al bando del enemigo, del opresor. Mis amigues son muy así. Son muy actives en sus redes sociales, feisbuck e instagram, pero sólo comparten memes, fotos de sus logros y así. Es difícil conocer sus opiniones.
Por lo que me puse a investigar y hacer preguntas directas, casi casi sin contextualizar ni explicarles por qué quería saber lo que les pregunté.
Pude haber elegido cualquier tema escandaloso y provocativo pero escogí con especial énfasis el de la comunidad trans.
¿Por qué?
Porque tengo una amiga TERF (Trans- Exclusionary Radical Feminist, o sea una feminista radical que excluye a las mujeres trans del movimiento). Ella sí es muy abierta con respecto a eso y yo quería saber quién más de mis amigues comparte ese discurso de odio.
LO HICE CON MIEDO, no les voy a mentir. En cada grupo de whatsapp y cada chat que abría, planteé el cuestionamiento con los dedos temblando.
¿Y si algune de elles decía algo horrible?
¿QUÉ PASARÍA SI RESULTA QUE ALGUIEN A QUIÉN HE AMADO TANTO Y POR TANTO TIEMPO RESULTARA UNE CULERE?
Comencé con mi grupo de amigas de la carrera. Son tres mujeres cis-hetero, dos de ellas casadas y la otra con pasión por los tatuajes y los festivales de música y con quién viví durante el 2017-2018.
Las amo mucho, muchísimo, con ellas viví esos cuatro años de la carrera y nos acompañamos y nos emborrachamos y salimos adelante juntas.
¿Qué iba a hacer YO si una de ellas resultara que apoya un discurso de odio contra el que yo lucho con tanto empeño?
Solté la pregunta en el grupo de Whats y esperé nerviosa.
Escribiendo...
Escribiendo...
*Nota de voz*
Leí con mucha atención sus respuestas y escuché con nerviosismo sus palabras.
THEY SAID TRANS RIGHTS!
A favor de los derechos de la comunidad trans, de que se les respete e incluso dos de ellas -las casadas- hicieron el comentario que cuando sus maridos sueltan comentarios despectivos contra la comunidad LGBTQ+ ellas procuran educarlos para que se quiten su intolerancia.
Y PUES YASSSS BITCHES YASSSS
Me sentí muy aliviada y satisfecha con sus respuestas, que igual podrían ser muy de dientes para afuera, pero que para ellas no pertenecer a la comunidad, no tener mucha relación a ella más que quizás yo servirles como un puente y algún familiar allá por lo distante, tienen bastante empatía.
Así fue mi recorrido. Luego de esa experiencia con ellas, me armé de valor y fui de grupo en grupo y chat y chat.
Obviamente esto aplicó sólo para mis amigues cuyas posturas ignoro.
Hablé con mis amigues LGBTQ+ y sus respuestas, aunque ya por dentro me las imaginaba -o eso esperaba-, también dieron paso a una conversación más profunda sobre el tema.
Pero por el momento voy a decir que todes mis amigues a quiénes entrevisté, mujeres y hombres cis-heterosexuales, y mujeres y hombres cis-homosexuales/bisexuales/asexuales/queer dijeron lo mismo:
TRANS RIGHTS!
Me alegré mucho, la vdd y durante esos días de las entrevistas me iba a la cama tranquila sabiendo que mis amigues no son pedazos de kk fóbicas.
Sin embargo, la situación continuó y el tema se volvió un continuo vaivén de interrogantes.
No son transfóbiques, no tanto. Pero son racistas y clasistas, son capacitistas, son elitistas, son misóginos y machistas. Son especistas.
TODES lo somos, tal vez no tan abiertamente pero lo somos.
Por ejemplo, yo soy vegetariana, soy antiespecista -o sea que creo que todos los animales tienen derechos a una vida digna no importando su especie-, pero TODES mis amigues comen carne. TODES. Hasta el mimors. Mis padres y mi hermana.
¿Soy cómplice de la voraz cultura del consumismo carnaca por default, por relacionarme con gente que SÍ consume muerte animal, algo en lo que yo estoy muy en contra?
¿Soy culpable?
¿Soy igual a elles, no importando mi elección y mi esfuerzo en ser vegetariana?
Creo que no y sí.
Pienso mucho en ello. En todo eso.
Mi amiga TERF es una de mis mejores amigas, por quién yo daría mi vida y el cuerpo y mi mente y dejaría todo por ayudarla porque la amo muchísimo a ella y a su nena, que es como una sobrina para mí.
¿Soy cómplice de su terfismo, de su discurso de odio?
¿Soy tan culpable como ella de esa brecha enorme e hiriente del feminismo?
¿Soy igual a ella, no importando que yo me esté peleando con gente en internet y haga activismo a favor de la comunidad trans desde mi trinchera?
Esa idea, ese planteamiento me perturba mucho.
Me parece muy fácil decirle a les demás que corten sus relaciones culeras quizás porque a mí me ha resultado bastante sencillo el deshacerme de las mías.
¿Carlos Nuncio? BYE, ghosteado de por vida.
¿Alejandra? BYEEECITO
¿Diego? UFFFFF SEE YA LATER, DUDE!
Kevin, Jesús, y todes les demás, une por une, pude ir desmembrando su recuerdo de mí y así hayan sido diez años los que hemos sido amigues, que pasamos cosas buenas y malas, les corté sin ningún remordimiento, sin mirar atrás, sin dudar ni vacilar.
Y lo hice porque elles ya no significaban nada en mi vida, quizás nunca lo hicieron.
¿Pero mi amiga terf? NO, me muero de sólo imaginar tener que cortar mi amistad con ella. Preferiría que me rompieran los dedos de las manos.
Pero porque ella sí significa mucho para mí.
¿Entonces por qué sigo aquí?
¿Soy una hipócrita?
¿Soy una solapadora?
¿SOY CÓMPLICE?
He tenido BASTANTE tiempo para darle vueltas a lo mismo y he leído, desde varias posturas, las diferentes razones de otras personas que mantienen amistad y relaciones de gente con opiniones problemáticas y lo que les puedo concluir es lo siguiente:
Soy cómplice si le permito que esparza su odio. Soy CULPABLE si aliento el odio de alguien.
No puedo responsabilizarme por las acciones de mis amigues, de mi pareja, de mi familia. No puedo.
Pero lo que puedo hacer es actuar desde mi lugar, cerrándoles espacios, discutiendo con ellos, educándolos.
Mi amiga y yo sabemos muy bien dónde estamos paradas y conocemos nuestras posiciones: En el momento en que ella empieza a hablar del tema, de la transfobia, es el momento en que le pongo freno de mano y la detengo. Debatimos, a veces muy acaloradamente, a veces muy fríamente. Nos enojamos pero nunca ponemos en riesgo nuestra amistad.
Me esfuerzo mucho en hablar de estos temas con ella, que sé que los evade y puede ser muy convincente con toda su teoría radical y académicas de universidad y shalalá.
Me esfuerzo MUCHO en educar a les que están a mi alrededor y me esfuerzo mucho más para educarme a mí misma, porque sé que todavía tengo muchos comportamientos y pensamientos y opiniones venenosas.
Llega un punto en el que es cansado y cuando me canso y no veo resultados, me voy alv. Corto esa relación, de un tajo, así al ras.
No me importa, no puedo amar a alguien odiante y no estoy dispuesta a hacerme la loca con tal de mantener en buenos términos esa relación.
La diferencia aquí es que he aprendido a discernir entre quién sí merece mi esfuerzo y quién no. Ya no debato, ya no concilio, ya no pretendo escuchar razones.
Simplemente si no me parece que vales la pena, me voy a alejar y tan tán, que algune buene samaritane te ayude y te haga ver la luz. Yo no. AL MENOS NO GRATIS.
Conozco a mi amiga desde hace diez años, nos conocimos en la secundaria. Yo la conocí antes de que se volcara al terfismo y por lo mismo, sé quién es. Sé que su corazón no está envenenado por el odio, sé que siente mucho dolor y mucha ira por todo lo que históricamente se nos ha hecho. Lo entiendo y empatizo mucho con ella por eso.
Sé que también es súper inteligente, probablemente una de las mujeres más inteligentes que conozco y es alguien a quién admiro mucho por todo lo que ha hecho, por todo lo que ha cambiado y por todo lo que conserva.
Le tengo fe, pues. No me voy a rendir tan fácil.
Pero no soy su cómplice. No me voy a convertir en cómplice de nadie. Voy a combatir a todes, incluso a mis amigues, a mis parejas y a mi familia. Voy a educarles y voy a frenar sus escupitajos de odio.
Esa es mi batalla.
Fui amiga, amors y familia de elles antes de que revelaran su naturaleza impuesta y adoctrinada por la sociedad de odio. Voy a hacer mi esfuerzo por revertir eso.
Pero de eso, a que realmente me haga amiga EN ESTE MOMENTO de alguien que en un principio sé lo fóbico/ísta/ismo que puede ser, desde esas banderas rojas puestas en la fachada de su entrada, es algo muy diferente.
No entablo relación DE NINGÚN TIPO con gente odiante. Y mi amor no es incondicional: Si descubro que alguien es culere, se va mucho a chingar a su padre.
Mi complicidad con mis amigues que odian es nula porque no les encubro, no participo ni activamente ni indirectamente. No lo haré.