No. Puedo hacerlo sobria, quiero decir, lo hago todo el tiempo.
Pero sí me gusta tener la ligereza de mente que el alcohol provee cuando REVIVO cosas culeras que me hicieron vivir gente que amé muchísimo.
Hoy quería hablarles de algo así, de una situación bien particular. Con eso en mente, salí temprano de mi casa y caminé poco más de dos kilómetros solita, con mis quinientas canciones en mi spotify y con el celular con el brillo lo más alto posible bien lista para capturar a todos los pokemones a mi paso. Una vez que llegué a explora, me di otra vuelta por ahí, me senté como una hora en el césped verde y fresco -debí haberme llevado una cobija- y estuve escribiendo la estructura de un proyectito en el que ando trabajando.
Regresé a mi casa como a eso de las seis y comí con mis papás. En este momento acabo de salir de darme una larga ducha para aclarar mis sentimientos y pensamientos Y ADIVINEN QUÉ.
Ya :) NO :) SIENTO :) NADA :)
Ni coraje, ni odio ni compasión ni tristeza. Ni frustración. Ni amor.
Nada, nadita, nada, por este individuo.
Ahora sí que como el título lo dice (traducido de una canción de mi amika Taylor PLS DON'T SUE ME) se me olvidó su existencia. POR COMPLETO. Estoy shook, porque siempre he creído que soy muy mala olvidando a las personas. Cuando termino con alguien paso los siguientes tres años llorando, independientemente de lo que suceda. Y eso es muy literal.
Y a pesar de que cuando pasó esto, que fue en este 2019, y fue en su primer semestre, yo ya olvidé su existencia, su presencia no me dice nada y mi corazón ha dejado de sentir todo lo que sintió antes y entonces.
Me siento bendecida.
Y hoy les vengo a hablar de eso: Del olvido y de cómo la vida es culera pero gracias a que es culera te deja ver quién a tu alrededor es más culerx.
Este hombre y yo nos hicimos amigos hace mucho, yo creo que por allá del 2009, 2010. Estuvimos en el mismo colegio y a pesar de que pertenecíamos a diferentes, eh, ¿grupos sociales? ¿élites?, aún así logramos coincidir y nos hicimos buenos amigues.
Nos escribíamos por messenger y platicábamos afuera de la escuela. Me escribía por mensaje de texto a mi celular y cuando viajaba me traía recuerdos.
Él había sido novio-algo así- de quién es una de mis mejores amigas y luego terminaron porque ella así lo decidió. Ellos perdieron contacto pero él y yo nop. Creo que esto es importante pues creo que nunca le pregunté a mi amiga si se sentía incómoda de que siguiera hablando con él y debí haberlo hecho. Tampoco ella me dijo nada nunca así que también por esa parte lo di por sentado que le daba igual.
Él era buena persona. Era cariñoso. Me decía que me amaba y me decía "corazón" por la canción de Alejandro Fernández -de quién era súper fan- a pesar de que andaba con mi amiga y después de eso. Ella -y los demás- lo veían raro, porque no es un trato que se da entre amigos y la verdad es que sí es raro. Después de él y en mis demás relaciones de amistad con hombres jamás nadie me ha dicho "corazón", ni "amor" ni nada cariñoso. A lo mucho me dicen amiguita, amiga, querida y yap. Pero nada tan, eh, abstracto como aquello con lo que él se refería a mí.
Incluso cuando yo sabía lo que sus palabras significaban, -o sea, que no eran románticas- también una sensación extraña me invadía. No era confusión ni nada así. Era más bien como... desconfianza. No sentía que lo que dijera fuera sincero y aún así no me atreví a cuestionarlo porque entonces tendría catorce o quince años y cuando alguien me decía que me amaba pues yo le creía -TODAVÍA LO CREO, SHALE :'C-
Con el paso del tiempo mostró quién es. Después de casi diez largos años en los que crecimos juntos y yo estuve ahí cuando falleció su padre y estuvimos ahí viéndonos crecer, viendo cómo nuestres amigues en común se volvían adultes de bien. Tener familia, graduarse, rupturas y cumpleaños.
Pero bien dice mi madre que los amigues se conocen en los momentos horrendos y así fue cómo él mostró su verdadero rostro al ESTAR PRESENTE esa noche de octubre cuando fui agredida sexualmente por un culero que era uno de nuestros amigues en común. Él estuvo ahí y no hizo nada MÁS QUE REÍRSE.
Ese trauma ya está trabajado y pisado, en el pasado enterrado 4ever. Y todas las personas que estuvieron de testigos, se disculparon conmigo después de entender lo que había pasado -porque nadie lo entendía, ni siquiera yo-, menos él.
A raíz de eso como que nuestra amistad se resquebrajó. Al menos mi confianza en él sí, se tambaleó, y como ustedes saben, yo baso TODAS mis relaciones en la confianza y la seguridad que me dan. Si no puedo confiar en alguien no puedo seguir con esa persona...
Así que, simplemente un día después de pelear, decidí darlo por terminado.
Y ahí quedó todo.
Una amistad que tuve con este hombre por casi una década se esfumó y yo ni siquiera me di cuenta. Se desvaneció frente a mis ojos y yo no hice nada por salvarla y lo peor fue que me llegué a sentir culpable porque no me importaba ni me dolía ni nada. No sentía nada. Ni remordimiento ni nada.
De hecho, hasta me incomodaba pensar que debía enfrentar las consecuencias de aquello. Mis únicos dos amigues en común me decían que no debía alejarme de él, que lo habláramos y podríamos arreglarlo. ¿Pero yo quería arreglarlo? ¿Yo debía arreglarlo?
No.
Así que no lo hice.
El olvido llegó, dulce y sigiloso, como un fantasma que no amenaza y que por el contrario te muestra la ruta a un tesoro: Mis pensamientos y mis sentimientos, todo lo malo y todo lo bueno que viví con él, se fueron por el desagüe. Y a mí me dio exactamente igual, wow. La frialdad con la que traté el tema hasta me dio miedo, porque según yo AMABA a ese hombre, por mucho tiempo lo creí así -I mean, como amigos pues-
Apenas lo necesité un momento y él se rió, abrí los ojos y tal vez no fue que se rompiera mi corazón -porque en serio no me dolió ni tantito, bien raro-, sino que me di cuenta de que no me amaba y yo a él tampoco.
No nos queríamos incluso cuando decíamos hacerlo y esa teoría debió haber abierto una brecha de dolor, porque imagínate perder una amistad de casi diez años, sí está brutal, pero no fue así. No lloré ni sentí tristeza.
Tal vez lo poco que pude llegar a identificar era decepción y vergüenza, porque en realidad creo que él siempre fue así y yo jamás lo vi. No quise verlo porque en verdad quería que fuéramos amigos.
Fuimos amigos por mucho tiempo pero una llega a su límite y puede ver las cosas con la claridad.
(Quiero pensar que creyó que diciéndome eso se estaba disculpando pero YO NO LEO NINGÚN "PERDÓN POR SER INSENSIBLE Y CULERO, NO LO VOLVERÉ A SER" así que no contesté y aún sigo sin responder. Eso fue en febrero, creo)
No lo odio, tampoco lo quiero cerca de mí y ya no me incomoda. No pienso más en él ni me da culpa lo que hice. Estoy en paz, estoy tranquila y por primera vez en mucho tiempo: Olvidé que existía alguien por quién hubiera metido las manos al fuego en años pasados.
¿O no?
Quizás nunca lo sabremos Y GRACIAS A DIOSITA POR ELLO.
#Bendiciones
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