Escribir es mi terapia, es mi cirugía y es mi rehabilitación.
Este blog era mi lugar seguro: O sea, seguramente alguien llegaría y lo leería. Quizás se aburriría al cabo de tres renglones, quizás lo leería hasta el final con avidez. Quizás algo aprenderían de mí o tendrían alguna iluminación intelectual-espiritual-emocional. Quizás me odiarían por lo latosa y dramática que soy.
Quizás querrían seguir leyéndome conforme pasaran las semanas, quizás nunca volverían a este sitio.
Como ya he escrito antes, nunca vine a Internet con la intención de hacer amigos o hacer enemigos. Yo sólo vengo aquí a desahogarme y yap, lo que viene después es daño colateral.
Pero estoy consciente de que éste no es un sitio privado, nunca pretendí que lo fuera. Nada en internet lo es.
A raíz de esto, he tenido ~bastantitos~ problemas a mi alrededor por lo que vengo a vomitar aquí y eso nunca me detuvo. Les conté de cuándo me llegaron amenazas de muerte y violación a mi antiguo correo por escribir de política y narcotráfico en mi blog. Les conté de la vez que algunas de mis compañeras leyeron un post mío y se lo fueron a contar a la psicóloga de mi escuela, quién me mandó llamar para charlar y a quién por supuesto ignoré porque yo no le debo explicaciones a nadie.
Les he contado todo aquí, todas las cosas que me pasan a MÍ:
El suicidio de mi amiga, mi renuncia a mi trabajo estable y "soñado". Cuando rompí con Ingrid y cuando me quise morir. Cuando viajé a Guanajuato y me dio blackout y cuando uno de mis mejores amigOs me agredió sexualmente en una fiesta. Cuando falleció mi primo Paco y cuando era adolescente y consideré seriamente vomitar lo que comía para "adelgazar". Cuando me peleaba con el mimors y nos separábamos, cuando mis amistades me traicionaban. Cuando viajé a la CDMX y las cartas de amor que les escribí a esas personas y cuando esas personas rompieron mi confianza y mi corazón. Cuando falleció Doña Petra y cuándo abrí Tinder bajo la influencia del alcohol. Cuando tuve un orgasmo por primera vez y cuando viví mi primer ataque de pánico en medio de una fiesta con mis amigas de la carrera.
Cuando salí del clóset en mi adolescencia, cuando no podía -ni quería- olvidar al mimors y cuando he mezclado pastillas y alcohol.
Les he contado todo, he sido muy abierta con respecto a mis vivencias y sentimientos, con mis relaciones románticas, de trabajo y de amistad. Les he hablado de mis sueños, de mis dudas y mis creencias.
Me he quejado amargamente, refunfuñado hasta lo ininteligible, y he jurado mil veces no volver a esas personas. He llorado aquí, sobre el teclado de mi computadora, les he compartido screenshots y he sido honesta a la hora en que publico mis post y admito con total sinceridad lo ebria que estaba al momento de escribirlo.
A pesar de eso, del odio que me gané por parte de varias personas, de la admiración que me gané de otras que no conocía/conozco, de la curiosidad que sé que despierto en otros, a pesar de eso seguí siendo fiel a mí misma.
Este es MI espacio porque yo solita lo ideé, lo creé y lo escribí. Esta soy YO y aquí vengo YO a escribir de lo que vivo y lo que siento y lo que pienso y lo que soy.
Pero en septiembre del 2018 pasó algo muy culero que me hizo desistir y me dio un miedo terrible y denso el siquiera considerar el tema a tratar esa semana. Ya se los he dicho: Sé que he abandonado a mi blog, pero no porque yo quisiera.
Dejé de escribir porque tenía miedo.
No voy a hacerles el cuento largo, porque esta historia ya tiene bastante tiempo en nuestra línea temporal y la verdad es que no le hace bien a nadie pensar o siquiera mencionarla, así que seré breve.
A finales del 2017 se me acusó INJUSTAMENTE de querer robarme a la novia de una chica. Por dónde lo quieran ver es RIDÍCULO porque yo entonces -y aún ahora- estaba enamorada del mimors. Muy enamorada.
En ese estado difícilmente alguien se pone a planear cómo bajarle las parejas a otrxs, ¿No? Además, "robarse" a alguien, a pesar de lo mucho que se me acusa de hacer, no es algo que yo h*a*g*a.
Pero no. Esta muchacha A H U E V O insistía en que yo quería robarme a su novia. Yo hablé tanto con la novia -que es amiga cercana a mí- y ella y les aseguré que NO :)
No me iba a robar a nadie porque no quiero, no necesito, yo no hago eso, yo tengo principios.
No me creyó, claro.
Entonces le expliqué de mi historia con el mimors y mientras esté con él yo no puedo ponerle los ojos a alguien más, no importa qué tan cerca esté de ése/a/x alguien más de mí.
Tampoco me creyó.
Busqué por todos los medios que me creyera, que entre su novia -mi amiga- y yo no había nada romántico ni iba a haberlo. No me creyó y creo que esa misma resistencia a admitir "mi culpa", la hacía enfurecer más.
¿Saben qué era lo peor?
Que la FULANA ésa ni siquiera me lo decía a MÍ. Todo era con su novia, quejarse con ella y amenazarla, hacerla sentir mal y culpable de su amistad conmigo.
Mi amiga y yo hablábamos mucho del tema y yo le decía que tenía miedo de que un día su novia la fuera a poner a escoger y yo no quería que ella viviera eso. Mi amiga decía que no, que todo iba a estar bien, que ella lo iba a manejar.
No pudo manejarlo. La violencia de su novia -PORQUE ESO ES VIOLENCIA- la dobló, la dañó. Se peleaban, por mensaje y en persona, "por mí". La novia bloqueaba a mi amiga de todos lados para que no le pudiera hablar y mi amiga se ponía muy mal. La novia le decía que YO le iba a hacer algo, que YO me iba a meter entre ellas, que YO era quién estaba manipulando todo.
Que si "YO" era INCAPAZ de RESPETAR mi dinámica con el MIMORS, NO IBA A RESPETAR LA DE NADIE MÁS
Y yo de:
:)
Total que mi amiga para mantener su relación "estable", hizo lo que yo tanto temí: Eligió a la celópata de su novia por sobre mí.
Nos alejamos.
Obviamente eso me dolió muchísimo y pensé que se me deshacía el corazón en las manos de ella pero lo respeté y me alejé porque, -y como se lo dije a mi amiga-, yo la amaba bien y quería su bienestar y si para que ella fuera feliz yo necesitaba hacerme a un lado, lo iba a hacer no importaba cuánto me doliera.
Pero que si yo, su amiga, lo hacía por amor a ella, y su novia era incapaz de siquiera reconocer su error, entonces la que de verdad la quería era yo y no su novia.
En septiembre del año pasado me contactó mi amiga. Bueno, yo le escribí para desearle felices fiestas patrias (nomás era un pretexto, la verdad quería que no se olvidara de mí XD) y durante esa noche estuvimos platicando como hace mucho tiempo que no hacíamos.
En mi emoción, tuiteé un par de cosas, memes, ya saben.
PUES RESULTA QUE LA NOVIA ME ESTUVO BUSCANDO POR TODO INTERNET PARA JUNTAR "PRUEBAS" DE QUE YO QUERÍA ROBARME A SU NOVIA PARA TENER UN MOTIVO CLARO PARA PEDIRLE A MI AMIGA QUE ME DEJARA DE HABLAR SIN CULPA.
Y encontró mi blog y mi cuenta de tuiter.
Lo que pasó sólo puede describirse con un gif reaction:
POR SUPUESTO que no encontró nada que me hiciera ver culpable de sus acusaciones.
Lo dije en el 2017, en el 2018 y lo sostengo en el 2019:
Mi amor por ~mi amiga~ sí se sale bastante de lo convencional, sé que no es meramente amistoso pero es mucho más complicado y entretejido que sólo decir que es romántico.
MI AMOR POR ELLA NO ES ROMÁNTICO.
Nunca, NUNCA, n u n c a,
N
U
N
C
A
le faltaría el respeto ni a mi amiga, ni al mimors, ni a mí misma ni a la novia de mi amiga. N U N C A
Pero no, la novia estuvo buscando por todo internet para ver qué cosa problemática pudiera encontrar sobre mí.
No halló nada, como es obvio, sin embargo, todo lo que alguna vez escribí sobre mi amiga, tanto en tuiter como en mi blog, lo usó como arma para lastimarla.
Mi amiga sabía-sabe que escribía de ella con frecuencia en mi blog y en tuiter porque hasta en feisbuck lo hacía. Nunca tuvo problema, nunca me dijo que lo dejara de hacer porque le incomodaba, de hecho, a veces hasta le gustaba mucho lo que yo escribía de ella.
Fue SU novia la que le hizo daño con mis palabras. Me usó como arma contra ella para atacarla, para desprenderla de mí, para rompernos.
No saben lo que sentí cuando su novia hizo todo eso. Imagínate lo horrible que debe ser que tu pareja, la persona que más quieres en el mundo, sea capaz de usar a tus seres queridos como cuchillos para hacerte daño, para manipularte y hacerte sentir mal.
Yo vi a mi amiga toda desesperada y triste, llorando y completamente consternada, que no tuve más remedio que volver a hacerme a un lado.
Mi amiga me dijo que sólo sería temporal, que necesitaba un tiempo para hacerle entender a su novia. Yo le respondí que a mí no me importa quién sea la persona, si la hacen sentir mal por ~nuestra~ amistad, para mí es una mala persona y merece lo peor del mundo.
No lo analicé en ese momento, tenía muchas más cosas en la cabeza en ese entonces, así que preferí ignorarlo todo y dejarlo por la paz.
A partir de entonces, cada viernes que llegaba a oscurecerse y sabía que era tiempo de sentarme a escribir mi blog, me estrujaba los sesos pensando qué tema podía tocar sin "herir a alguien".
Con el tiempo eso se hizo cada vez más automático hasta el punto en el que me daba flojera siquiera tener que pensar qué cosas podría contarles aquí que les gustaran y no fueran problemáticas.
Dejé de escribir, pues.
Me excusaba pensando que nada interesante pasaba en mi vida y que por lo mismo no podía obligarme a escribir " a fuerzas".
Pero lo cierto era que mi miedo fue más grande. Obviamente sí tengo muchas cosas por decir y enseñarles y platicar conmigo misma, escribir cartas de amor y de despedida y quejarme de todo a mi alrededor.
Pero el miedo a que alguien me hiciera lo que Irais me hizo me paralizaba. No quería perder a nadie más como perdí a mi amiga por ella. No quería que nadie más sufriera por mi blog como había sufrido mi amiga.
¿Pero es que tengo culpa yo de algo?
Pues no, amigues. Yo no hice nada mal y la verdad es que a veces sí me hubiera gustado hacerlo. Digo, si tanto miedo tenía de que yo le fuera a robar a la novia, a veces me da tanto coraje pensar en eso que me dan ganas de haberlo hecho.
Porque hubiera podido.
Pero no lo hice porque no quería, porque no lo necesitaba, porque yo no soy así.
Quise proteger a mi amiga de la tormenta de ese monstruoso y desgraciado ser vivo que es su novia y la única que terminó con el corazón roto fui yo.
Y pues bueno, supongo que al contarles todo esto quiero decirles que entiendo lo problemáticos que pueden ser los asuntos de la vida y del amors, pero reafirmo mi autoridad de autora de este blog escribiendo de lo que me venga en gana.
Y chinga tu padre, Irais.
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